No permitas que bese tus rincones
y sacie mi demencia en tus deseos.
Tus andares, cadencia y contoneos
derrama tu candela y sus lociones.
Me provocas buscando una respuesta
acorde a los placeres desmedidos.
Experimentas fuego en tus sentidos
un fuego que no sabes lo que cuesta.
La flama que te gusta deja marca
e impulsa los placeres al delirio
en convulsiones dulces y martirio
impresos en tus mares por mi barca.
Autor: Jorge de Córdoba
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