La magia que destila tu placer
es una esencia dulce y transparente.
Es una hebra de fuego sugerente
que provoca un gentil desfallecer.
En esa intensidad nos va la vida
pues el aliento escapa sin remedio.
Tu cuerpo que disfruta del asedio
entrega todo ascenso y su caída.
Lo gentil lo dejamos para luego
ahora lo que quieres es salvaje,
derramar los sudores y potaje
por la pasión que crece en cada ruego.
Autor: Jorge de Córdoba
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