Besaba... y
me exigías que estrujara.
La noche, no
quería terminara
tan rápido y
fugaz que nos doliera.
No te gusta
lo lento ni gentil,
prefieres
que cabalgue con el viento.
Te gusta que
gritemos si reviento
en tu
centro, en tu rostro o tu perfil.
Cuando el
sudor perfuma tus anhelos
y clamas por
juntar nuestras locuras
te gustan
las caricias ya maduras
vertidas al
infierno y nuestros cielos.
Autor: Jorge
de Córdoba
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