Se llegaron
las horas que se cuentan
con la
lengua y los besos en tus hombros.
El mundo que
se caiga en sus escombros
mientras
nuevas caricias nos revientan.
El viernes
por la noche es un segundo
y lo hacemos
valer intensamente.
El tiempo
nos parece un incipiente
respiro con
un beso más profundo.
Tal vez
desamparamos los versares
y nos
comunicamos con los dientes
que recorren
tus senos cuando sientes
el gusto del
amar por todos lares.
Autor: Jorge
de Córdoba
Fascinante y lujurioso. Un poema delicioso de leer. Gracias!
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