domingo, 26 de junio de 2016

Traviesa


Si llegaste a las cinco, adormilada,
entiendes que no puedes ni dormir...
Pretendes entregarte, por cumplir.
Recuerda que jamás te obliga nada.

Si tu respiración nos acelera
y el aliento calienta nuestro cuarto...
comprendes que encabezas el reparto
pues sientes el candor en tu cadera.

¿Cómo sacudiremos el ambiente
del horario con sanas consecuencias?
¿Querrás cargar con dulces penitencias
o enfriarte por si ahora estás caliente?

Autor: Jorge de Córdoba

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