se alojan
tus suspiros desgarrados.
No son
pocos, se cuentan como miles,
guarecidos,
benditos, reservados...
es tiempo de
sacarlos con pericia,
sin las
prisas del tiempo ni el lugar.
Veremos
desbordarse la delicia
que viertes
al ponernos a jugar.
Morder con
sutileza y lentitud
tu monte
predispuesto a la locura.
Recorrer,
con mi lengua, a plenitud
tu perfil,
tu sonido y partitura.
Autor: Jorge
de Córdoba
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ResponderEliminarEs intrigante y cálido... hermoso por mucho
ResponderEliminarEs bueno encontrar esa respuesta. gracias Nini Lopez por leerlo y comentarlo.
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