un sorbo de placer tan embriagante...
ligero de la Musa ya excitada
por verse convertida en gran amante.
La Musa que pretende estar dispuesta
y porta en su cadera los tizones
es paraíso donde se recuesta
nublando los motivos y razones.
Gusta ser sorprendida en los detalles...
y aporta la candela de la vida.
Detiene a peatones por las calles
disfrutando saberse preferida.
Autor: Jorge de Córdoba
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