miércoles, 14 de diciembre de 2016

Con más detalle





No quieres que utilice los vocablos
para comunicarme con tu cuerpo.
Prefieres que mi lengua te acaricie
y plasme las palabras nunca dichas.

No quieres que mis dedos se detengan
en papeles... reclamas que los mande
a descubrir temblores y aguaceros
que manan de tus llanos y tus cumbres.

No quieres que mis manos acaricien
sino estrujen cual dulce penitencia;
que recorra tus plantas y las piernas
quemando en su trayecto tu panal.

Autor: Jorge de Córdoba

No hay comentarios:

Publicar un comentario