sábado, 17 de diciembre de 2016

Permiso para morder


Pedí tu permiso para morder
con mis besos la parte más sensible
de tu cuerpo. Pretendo hacerte arder
y pintar en tu cadera lo indecible.

¿Acaso te imaginas lentitud
y cruel parsimonia en nuestra entrega?
¿Será que tu sabor, su magnitud,
desate las manadas en la brega?

O tal vez... ¿las caricias empezaron
con los besos sublimes y candentes?
Tus miradas me prenden, me quemaron,
así que fundiremos nuestras mentes

con temblores pausados y carmines
que tocarán tus pétalos secretos.
Veremos el sabor de tus confines
derritiendo tus bosques, tus abetos.

Autor: Jorge de Córdoba

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