Esa voz, sugerente y cadenciosa...
es la voz que despierta nueva brama.
Es el brillo del fuego y de la flama
de la Musa que sabe ser mi diosa.
Esa boca poblada de deseos
ya recibe o prodiga mi lujuria
Los segundos se tornan en centuria
al recorrer tu cuerpo en mil paseos.
Me deleito con todos tus sabores
vertidos desde el fondo de la sal.
El color que delata tu portal
se lubrica con fieros estertores.
Autor: Jorge de Córdoba
Mil aplausos para esa Musa que sabe ser tu diosa y ha despertado tu deseo de escribir
ResponderEliminary que además lo haces de maravillas.
¡Que me sacás los colores!
EliminarElla es eterna en cada mirada, en cada momento, en cada mujer del firmamento.
Gracias todas Eli. Me alegra el día tu comentario.
Un abrazote.