Son detalles, pequeñas hojas blancas
adornadas con letras clandestinas.
Palabras inocentes y tan francas
en los bordes ocultas, opalinas.
Un romance silente y reservado
que se cuida de todos los decires.
Tú, la dama. Yo, todo un conquistado...
nos sentimos, no importa que no mires.
Parpadeas de forma sugerente
y sonríes causando mil candelas.
El brillo que ilumina por tu frente
enciende los tizones y las velas.
Autor: Jorge de Córdoba
.."Tú, la dama. Yo, todo un conquistado...
ResponderEliminarnos sentimos, no importa que no mires..."
Ayyyyyy jajajjajaja creo que suele suceder. También noto una poesía diferente, otra forma quizás de observar el entorno, me gusta!!!
Nada tan erógeno como la mirada de una mujer segura de sí misma.
EliminarGracias Eli. Celebro te haya gustado.