Opino que respires más despacio,
que no cierres los ojos y permitas
y todos los temblores que remitas
las lances de tu centro hasta el espacio.
Derrama nueva sal incontenible
que mojen nuestro cielo de placeres.
Llegaremos a donde desesperes
encendiendo la flama incombustible.
Exhala lo que sientes sin temor
rompiendo la frontera que conoces...
Es tiempo que te brinde grandes roces
imprimiendo escarlata en tu color.
Autor: Jorge de Córdoba
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