Siempre, en todo momento me despiertas
sensaciones de fuego desbocado.
Tienes las puertas, francas, tan abiertas
que endulzas los sentidos del pecado.
Muestras tu desnudez con la alegría
de tenerme atrapado y a tu vera.
Contigo se transforma la manía
en placeres de fuego y primavera.
Me sientes a tu espalda y contoneas
la cadera mostrando sus deseos.
Sabes que me provocas y mareas...
al verte tan expuesta en tus paseos.
Autor: Jorge de Córdoba
Saber el placer provocado, genera aún más placer!
ResponderEliminarContonearse, exponerse, incendiarnos!
Precisamente, More... Precisamente.
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