martes, 17 de mayo de 2022

A ciegas

 

Cierras tus ojos, juntas nuestros dedos...

expones tu cadera a mis sentidos

vertiendo los perfumes y alaridos

que opacan tus suspiros, antes, quedos.

 

Tus columnas abiertas claudicaron

su misión de guardar la dulce fruta.

Me llevas cuesta arriba por la ruta

del jardín donde nunca te llevaron.

 

Sujetas mi cabello en mil reclamos

y buscas de mi boca la tortura.

Como siempre, la noche nunca dura,

y con estas pasiones despertamos.

 

Autor: Jorge de Córdoba

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