Cómo quieres que escriba en un papel
cuando mis dedos quieren recordar
esos instantes dulces de la miel
clara, aterciopelada, por quemar.
Sabes que el escribir es alimento.
Donde plasme poemas o rencillas
viven complicidades más sencillas
dando por terminado mi tormento.
Lanzan las feromonas al espacio
calmo, resquebrajado de inquietud.
Sienten que la madera del laúd
vibra dónde se debe, muy despacio.
Autor: Jorge de Córdoba
Versos endecasílabos enfáticos
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