Palabras sin aliento en los jadeos
sacudidos y lentos... incendiarios.
Los instintos, salvajes presidiarios,
fortalecen tus fuegos y mareos.
Palabra incoherente y deliciosa
que se desliza sobre tu diafragma
nos quema cual si fuese nuevo magma
que te yergue en mi Musa, cuasi diosa.
Tu gesto incomprensible y belicoso
me aleja, me contiene y aproxima
al provocar colores en tu cima
y el temblor más sublime, más hermoso.
Autor: Jorge de Córdoba
No hay comentarios:
Publicar un comentario