Solamente tenemos diez minutos
para desparramar alguna esencia
que se convocará sin advertencia
a fuerza de mis besos impolutos.
Te gusta despertar de esta manera:
al sentir que te suben los calores...
Te delatan sonidos y colores
que se imprimen por toda tu cadera.
Tus suspiros se crecen con mi tacto
y no pienso acortar esta agonía
pretendo que se inicie nuestro día
incitando el temblor de nuestro pacto.
Autor: Jorge de Córdoba
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