martes, 18 de abril de 2023

A cielo abierto


Estábamos dormidos o despiertos

en un grito candente y convulsivo.

En un roce sutil, fugaz, lascivo

vertimos nuestros cielos, por ti abiertos.

 

Tu seno se quemaba con mi boca

en tanto que los mares ya se agitan.

Nuestros ojos que claman y que gritan

se cierran como al golpe de la roca.

 

El mástil de mi barco entre tus dedos

obedece la ruta que le impones,

siguiendo los perfumes y blasones

tras pétalos mojados y más quedos.

 

Autor: Jorge de Córdoba

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