Rocío perfumado y tentador
empapa el paraíso de mujer.
Mi lujuria del tacto quiere ver
el pétalo perfecto del ardor.
Un suspiro de anuencia te delata
de forma que provocas mis instintos
quieres que te sujete con los cintos
y que acceda al veneno que me mata.
Tu sabor es tan dulce que embravece
los mares más profundos y salvajes.
Tu vaporosa tela con encajes
cede a la intromisión que no decrece.
Empujas con el brío desbocado
frotando con tus pétalos perfectos
Quieres que mis demonios más selectos
combinen lo salvaje y delicado.
Autor: Jorge de Córdoba
Y que más estás esperando
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