Es martes, por ventura del infierno.
Las Musas ya vestidas de placeres
se transforman de diosas a mujeres
cambiando su arrebato con lo tierno.
Una mirada dulce y belicosa
es suficiente absenta para el alma.
Nos causa convulsiones en la calma
soltando su caricia deliciosa.
Mujeres que se saben poderosas
provocan que la sangre se caliente.
Te muestran el sabor que todo siente
a tajos con sus pétalos de rosas.
Autor: Jorge de Córdoba
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