Sin cambiar tus ideas ni tus normas
buscaré que tus límites se extiendan.
Gozo tu libertad de mente y formas
que por siempre me prenden y me enmiendan.
Es tu aliento, la pauta y partitura
que incita, que apresura o que detiene.
Tu movimiento raudo de cintura...
dictando cuando va y cuando se viene.
Son tantas diferencias conciliadas
en gotas de rocío incandescente...
Así que nuestras ganas son aliadas
pues logran hermanar el alma y mente.
Autor: Jorge de Córdoba
Inspirado en el dialogo con una poetisa.
Una hermosa conciliación, que a veces no es obligatoria pero si muy necesaria.
ResponderEliminarTan necesaria como SU respirar.
EliminarGracias Elí por pasearte entre versares
Tu búsqueda ha dado frutos.
ResponderEliminarMe encanta romper los límites contigo.