El perfume en tu mar nos emborracha
de manera perfecta y delirante.
La vela se consume en el estante
mientras que te recorro en tiempo y racha.
Me detengo en tus labios y columnas
reconociendo el dónde presionar...
Te gusta que respire al friccionar
y cambien las estrellas en alumnas.
Destellos en tus ojos a granel...
suspiros que se escapan de tu pecho.
Es el fuego que portas con derecho
y juntas con mis ganas en tropel.
Autor: Jorge de Córdoba
Encienden como el fuego tus palabras ,
ResponderEliminarla mente se pregunta el porqué, no quiere una respuesta
equivocada
el camino es pernicioso, ¡yo lo sé!
"Audaces Fortuna Juvat!"
Eliminar"Es mejor quemarse... que desvanecerse"
Clancy Brown "El Kurgan"