Quisiera ver tu sonrisa retratada en mi cuaderno
entre líneas difusas extendidas desde el alma.
Sentir el viento y la brisa cual promesa de lo eterno
en estaciones ilusas que son de prisa en la calma.
Quisiera ver que tus senos enrojecen de pasiones
al ampliarse las fronteras en deseos prohibidos
Tus sentidos crecen plenos entre besos y abrasiones
que te prenden las caderas con mis ángeles caídos.
Quisiera ver que tus manos se crispen al extender
mi lujuria por tus montes, enrojecidos, brillantes.
Quitaremos roces llanos buscando tu enloquecer
con mis dedos polizontes y las locuras de amantes.
Autor: Jorge de Córdoba
Hexadecasilabos a doble rima y hemistiquios.
Irrefrenable, la cabra siempre tira al monte.
ResponderEliminarPero en una forma tan suculenta que hace que se apetezca.
Como todo macho cabrío... engendro de los infiernos... ¿Qué le vamos a hacer?
EliminarEs un deleite versar rozando la frontera.
Gracias NLDM por leerlo y comentarlo.
Es un poema que brilla en intensidad y belleza. Abrazo grande Jorge!
ResponderEliminarCulpa de la MUSA.
EliminarDespierta versares de tan diferente formato... como las mismas ganas que despuntan el alba,