Su mirada traviesa y soñadora
pretende que mi mundo se derrita
asegurando un alma pecadora
que sin ella de frío ya tirita.
Me provoca de formas indiscretas
con pautas y cadencias estudiadas
arrancando los modos y caretas
me muestra que sus bramas son aliadas
de todos los deseos del infierno
de todos los sabores del clavel.
aquellos que transforman algo tierno
en mi norte, compas y timonel.
Autor: Jorge de Córdoba
Creo que te disuelves en cada provocacion y la conviertes en poema. Muy bonito!!! Abrazo Jorge!
ResponderEliminarMe conoces, Eli.
EliminarSoy esclavo de mis pasiones.
¡Eso sí...!
Por culpa de la Musa.