Probemos respirar en tu cintura,
exhalar el aliento más candente
quemando los cimientos de la mente
detallando la pauta y partitura.
Toquemos la sinfónica encendida
causando que tus labios abran paso
en un grito que muestre del parnaso
el motivo, la causa de la vida.
Pretendo que retiembles sin control
y quites de tu cuerpo todo freno.
De tus formas jamás me sacio o lleno
pues prendes los tizones en el sol.
Autor: Jorge de Córdoba
Tercera ley de Newton...
ResponderEliminarGracias NLDM por leerlo y comentarlo.
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