Sin tu consentimiento, ni siquiera mis ganas,
se formaron los puentes y acortamos distancias.
Con tu cabello al viento descrito entre las planas
de versares ausentes y tus dulces fragancias.
Despertamos, mi amiga. Despertamos con todo.
Con pequeños motivos ya no fuiste quimera
y quemamos la viga por cambiar nuestro apodo
en los toques altivos, secreto y primavera.
Nuestras citas se dieron cada vez más frecuentes,
Intensas e incendiarias. Nos hicimos amantes
pues los mares salieron de tus arcos y puentes,
de bramas presidiarias en gemidos tajantes.
Autor: Jorge de Córdoba
Alejandrinos a doble rima
Muy bonito pero eso de amantes no va conmigo. Te dejo mis huellas. Saludos
ResponderEliminarGracias por leerlo y comentarlo.
EliminarSaludos desde estos lares.